Muchas cosas le han pasado a Harry durante el verano, entre ellas, el peor cumpleaños de su vida, las funestas advertencias de un elfo doméstico llamado Dobby y el rescate de casa de los Dursley protagonizado por su amigo Ron Weasley al volante de un coche mágico volador.
De vuelta en el Colegio Hogwarts, donde van a empezar su segundo curso, Harry oye unos extraños susurros que resuenan por los pasillos vacíos. Y entonces empiezan los ataques y varios alumnos aparecen petrificados.
Por lo visto, las siniestras predicciones de Dobby se están cumpliendo.