En Ana de las Tejas Verdes, la llegada de Ana Shirley a Avonlea marca el inicio de una historia inolvidable. Marilla y Matthew Cuthbert, dos hermanos solteros que viven en una granja, esperaban recibir un niño huérfano para que los ayudara con el trabajo, pero en su lugar llega Ana, una niña pelirroja, habladora y con una imaginación desbordante.
Desde el primer momento, Ana deja claro que no es una niña común: ve el mundo con una sensibilidad especial, le pone nombres poéticos a los lugares y transforma cualquier situación cotidiana en una aventura. Aunque al principio Marilla duda si quedarse con ella, su energía y entusiasmo pronto comienzan a cambiar la vida en Tejas Verdes y en todo Avonlea.
Esta primera parte del libro introduce a Ana con su espíritu soñador, su necesidad de pertenencia y su capacidad de convertir lo ordinario en algo extraordinario, sentando las bases para las inolvidables historias que siguen.