Ana debe quedarse en su casa en un día de lluvia, pues es muy pequeña para ir a la fiesta con sus padres. Su única compañía es un gato travieso que se escapa al sótano, donde ella tiene prohibido entrar. El misterioso lugar está lleno de ratones, telarañas y libros. Estos últimos llevarán a Ana a un viaje por la fantasía de los cuentos hasta la media noche, cuando ella tiene que regresar a su habitación, no sin antes perder una zapatilla.